domingo, 19 de julio de 2009

El Almendro


"Aqui, bajo este cielo, fluye un río largo de cristales que llega al ritmo de los pequeños ríos a un mar grande, casi un océano." Me contabas esta historia siempre que me veías y no antes de que los almendros florecieran. Pero aquella primavera no vimos al ciempiés trepar el muro de la iglesia y lo interpretamos como una señal: el almendro no florecería esa estacíon. Decidiste marchaste de nuevo, tu sombrero te protegía de las miradas. Cerré la puerta despacio mientras dejaba de verte en la distancia. Al llegar la noche me acerqué a la llanura. A lo lejos pude ver el río del que me hablabas. Su caudal transparente empujaba el almendro hacia el mar.

No hay comentarios: